miércoles, 16 de mayo de 2007

Pequeña Señorita Rayo de Sol, Calurosa y Entrañable

Little Miss Sunshine

Pocas veces nos encontramos ante películas como esta. Little Miss Sunshine es una pequeña cinta que conquista el corazón de cualquiera que la ve.

La sencillez con la que esta contada parece ser el principal secreto de esta historia sobre una niña regordeta que quiere ser reina de belleza y su alocada familia.

Muchos han elevado esta película a niveles que no le corresponden y que la misma película no pretende llegar. Que si es una joya, una obra maestra, que si merecía el oscar a mejor película, etc.

Yo creo que es una muy buena y divertida película familiar, con la cual nos podemos entretener mucho, dejarnos llevar y recibir uno que otro mensaje que será útil pero que no resultara revelador.

El reparto con simpáticos todos, es uno de los mejores ensambles de comedia en mucho tiempo. Todos con naturalidad nos hacen hacer simpatía por los personajes.

Pero la estrella de la cinta además de la ya icónica van amarilla es la pequeña Olive, interpretada por la nominada al oscar Abigail Bresling. Con diez años de edad Abigail ofrece una interpretación que si bien es sencilla y poco exigente en el orden dramático requiere de simpatía y carisma únicos.

La película es básicamente una road movie y como toda road movie los personajes en el camino se irán conociendo tanto a ellos como a los que los rodean.

La película esta dirigida por los primerizos Valerie Frais y Jonathan Danton, que hacen evidente su debut en algunas partes de la película donde se pierde el ritmo y las vueltas de cuerda no terminan de encuadrar.

Son los actores los que rescatan un guión sencillo que sin buenos histriones hubiera terminado en una tragedia sin chiste.

Alan Arkin que se gano el oscar por esta película interpreta a un abuelo despreocupado y adicto a la cocaína que ama a su pequeña nieta Olive la adorable y entrañable Abigail Bresling, que quiere ser una reina de belleza.

Grez Kinner interpreta al padre de la familia, un hombre que se dedica a dar conferencias sobre superación personal. Su esposa interpretada por Toni Collete es una ama de casa preocupada.

Dwayne interpretado por el sorprendente Paul Duno es un adolescente maduro que odia a su familia y Richard el tío gay y suicida, encarnado por un contenido Steve Carrell.

Todos juntos descubrirán como sucede en este tipo de películas el valor de la familia y lo importante que es que permanezca unida tanto en los buenos momentos como en los malos.

En resumidas cuentas Little Miss Sunshine es una película que seguramente se convertirá en referencia cultural, pues tiene una historia entretenida y conmovedora, una serie de personajes inolvidables y una pequeña actriz que se roba el cariño de todos.






Su Majestad, Helen Mirren

The Queen

Helen Mirren es una reina de la actuación. La actriz británica posee una sensibilidad increíble para interpretar a todo tipo de papeles. Muchos la recuerdan por su magnifico trabajo en Gosford Park del desaparecido Robert Altman, donde interpreta con insólita mesura a una ama de llaves y es hasta el final de la película que Mirren hace explotar a su personaje en una
lección de perfección actoral.

Llena de la misma discreción y elegante elocuencia histriónica, Mirren se convierte en la reina Isabel II de Inglaterra en la que es independientemente del esplendido trabajo de su protagonista en una de las películas más reveladoras del año: The Queen del britanico Stephen Frears.

Frears que dirigió la mejor actuación de Glenn Close en Dangerous Liaisons, es participe ahora del majestuoso trabajo que Mirren hizo en la reina.

Mirren se mimetiza, con suma discreción e inteligencia va desarrollando un personaje complejísimo. Mirren no solo adopta los modos de la famosa Reina de Inglaterra, también se encarga de humanizarla y hacerla veraz, hay momentos en que creemos ver a la verdadera reina.

Pero no solo se queda en la imitación de los modos, va más allá. Con delicadeza Miren nos exhibe un sin fin de matices y momentos de verdadera maestría. La película seria posible con la simple presencia de Mirren.

Pero si acompañamos a una interpretación de esas históricas, con un guión igualmente grande y una dirección formidable, así como de un reparto que soporta la actuación de la protagonista, conseguimos una película esplendida.

The Queen, es una crónica de la semana en la que murió la princesa Diana y como la reina y el gobierno británico afrontaron la noticia. La Reina se encuentra ante una situación a la que no esta preparada, en donde la tradición se enfrenta con la modernidad y donde es reina antes que ser humano.

Michael Sheen interpreta al primer ministro Blair, al igual que Mirren se muestra esplendido, pero no consigue construir un puente tan sólido como el que la actriz construye entre su personaje y el público.

Pues Mirren llena a la reina de humanidad, una de las escenas claves en la cuales la reina se encuentra en el campo con un venado, es ejemplo ideal de la complejidad que Mirren consigue logrando comunicar sentimientos en una película que hace una narración fría de los hechos.

Cuando digo fría me refiero a que no pretende inclinar la balanza hacia ningún lado, no opina ni juzga a los participantes , ofrece una narración transparente, es la interpretación de Mirren la que logra el resto, conmover de una forma intima .

Ganadora de premios internacionales como la Copa Volpi del festival de Venecia y el oscar, Mirren encontró en esta película el papel de su vida. Estoy seguro que esta actuación será considerada como una de las mejores de la historia. Mirren tiene seguro entonces su boleto a la eternidad.




martes, 15 de mayo de 2007

El Postre

Marie Antoinette

Mientras escribo esto escucho Love Will Tear us Apart de Joy Division, mitica banda de los años 80’s, canción que me recuerda a Marie Antoinette estimulante cinta de la Norteamericana Sofia Coppola.

Sofia Coppola, directora que alcanzara los cuernos de la luna con la multipremiada Lost in Translation estrena su tercera película, que retrata la vida en Versalles de la mítica Marie Antoinette ultima reina de Francia.

Sofia se aleja de los convencionalismos del genero biografico de epoca, el cual siempre ofrece grandes películas que sin embargo siguen la misma línea, por lo menos en lo esencial.

La película de Coppola resulta refrescante, alucinante, como dije antes estimulante, se te mete por los ojos, por los oídos, por la piel.

Coppola ambienta su cinta con música de The Cure, Air, New Order y The Strokes entre otros, calza a la reina con Converses, le tiñe el cabello de rosa, y nos detalla la vida vanidosa y superficial de la reina adolescente.

Estas elecciones artísticas, atemporales y aparentemente fuera de lugar, resultan irle como anillo al dedo a una película que resulta diferente y genial.

Las críticas no tardaron en venir sobre Coppola. ¿Cómo podía atreverse a darse tales libertades? Que si la película resultaba superficial, o históricamente incorrecta.

Lo que Coppola pretende, y yo lo entiendo así -No por que ella lo haya pensado de esa forma, es lo genial del arte cada quien puede ver algo distinto- es hacer el retrato de una niña que se convierte en mujer en un mundo que le exige mas de lo que ella puede dar.

Una niña que es eso, que gusta de los juegos, de comprar vestidos y zapatos, comer pastelillos y escuchar música. Que de repente le llega una responsabilidad que ella no pidió y para la cual no fue preparada: ser Reina de un país en conflicto.

Coppola no pretende hacer una reconstrucción histórica, su objetivo es hablarnos sobre esta muchacha y humanizarla, bajarla a la dimensión humana, desmitificarla y hacer que el público se identifique con ella.

El reto de interpretar a Marie recae sobre la joven ninfa Kristen Dunst, quien con una interpretación sutil y tremendamente elocuente logra convertirse en Marie y volver a ser niña.

La fragilidad e inocencia mostradas por Dunst son sumamente conmovedoras. Su interpretación esta llena de silencios, miradas y risas las cuales nos van seduciendo y nos van enamorando de ella. No de ella, de Marie Antoinette.

Un simpatiquísimo Jason Shawartzman, interpreta a Luís XVI, esposo de Marie. Con los recursos mínimos Jason logra un trabajo sólido y divertidísimo.

Coppola hace uso mínimo de diálogos, todo lo que escuchamos son conversaciones como las que todos tenemos, vanas, sobre ropa y chismes. Son la música, los colores, el ambiente y desde luego la mirada de Dunst los que nos cuentan la historia.

Una historia contada con total sinceridad, sobre una chica como cualquier otra. Independientemente de lo interesante que resulta la inclusión de música contemporánea en una película de época, la inclusión empata totalmente con las imágenes no existe ningún desentono.

La fotografía firmada por Lance Acrod hace uso de una paleta de tonos pasteles que nos dan la sensación de dulzura, el vestuario, la dirección de arte, el maquillaje. Todo esta extraordinariamente realizado.

Marie Antoinette no es solo la película más original de año. Es también uno de los mejores trabajos del año. Una cinta que busca encontrar en los detalles una nueva forma de contar historias, llenándolas de detalles que enriquecen la trama de una manera especial.

Los que pinen que es una película superficial, quizás no se equivoquen, pero en esa superficialidad Coppola construyo una película inolvidable, encantadora y dulce como un pastel.