martes, 15 de mayo de 2007

El Postre

Marie Antoinette

Mientras escribo esto escucho Love Will Tear us Apart de Joy Division, mitica banda de los años 80’s, canción que me recuerda a Marie Antoinette estimulante cinta de la Norteamericana Sofia Coppola.

Sofia Coppola, directora que alcanzara los cuernos de la luna con la multipremiada Lost in Translation estrena su tercera película, que retrata la vida en Versalles de la mítica Marie Antoinette ultima reina de Francia.

Sofia se aleja de los convencionalismos del genero biografico de epoca, el cual siempre ofrece grandes películas que sin embargo siguen la misma línea, por lo menos en lo esencial.

La película de Coppola resulta refrescante, alucinante, como dije antes estimulante, se te mete por los ojos, por los oídos, por la piel.

Coppola ambienta su cinta con música de The Cure, Air, New Order y The Strokes entre otros, calza a la reina con Converses, le tiñe el cabello de rosa, y nos detalla la vida vanidosa y superficial de la reina adolescente.

Estas elecciones artísticas, atemporales y aparentemente fuera de lugar, resultan irle como anillo al dedo a una película que resulta diferente y genial.

Las críticas no tardaron en venir sobre Coppola. ¿Cómo podía atreverse a darse tales libertades? Que si la película resultaba superficial, o históricamente incorrecta.

Lo que Coppola pretende, y yo lo entiendo así -No por que ella lo haya pensado de esa forma, es lo genial del arte cada quien puede ver algo distinto- es hacer el retrato de una niña que se convierte en mujer en un mundo que le exige mas de lo que ella puede dar.

Una niña que es eso, que gusta de los juegos, de comprar vestidos y zapatos, comer pastelillos y escuchar música. Que de repente le llega una responsabilidad que ella no pidió y para la cual no fue preparada: ser Reina de un país en conflicto.

Coppola no pretende hacer una reconstrucción histórica, su objetivo es hablarnos sobre esta muchacha y humanizarla, bajarla a la dimensión humana, desmitificarla y hacer que el público se identifique con ella.

El reto de interpretar a Marie recae sobre la joven ninfa Kristen Dunst, quien con una interpretación sutil y tremendamente elocuente logra convertirse en Marie y volver a ser niña.

La fragilidad e inocencia mostradas por Dunst son sumamente conmovedoras. Su interpretación esta llena de silencios, miradas y risas las cuales nos van seduciendo y nos van enamorando de ella. No de ella, de Marie Antoinette.

Un simpatiquísimo Jason Shawartzman, interpreta a Luís XVI, esposo de Marie. Con los recursos mínimos Jason logra un trabajo sólido y divertidísimo.

Coppola hace uso mínimo de diálogos, todo lo que escuchamos son conversaciones como las que todos tenemos, vanas, sobre ropa y chismes. Son la música, los colores, el ambiente y desde luego la mirada de Dunst los que nos cuentan la historia.

Una historia contada con total sinceridad, sobre una chica como cualquier otra. Independientemente de lo interesante que resulta la inclusión de música contemporánea en una película de época, la inclusión empata totalmente con las imágenes no existe ningún desentono.

La fotografía firmada por Lance Acrod hace uso de una paleta de tonos pasteles que nos dan la sensación de dulzura, el vestuario, la dirección de arte, el maquillaje. Todo esta extraordinariamente realizado.

Marie Antoinette no es solo la película más original de año. Es también uno de los mejores trabajos del año. Una cinta que busca encontrar en los detalles una nueva forma de contar historias, llenándolas de detalles que enriquecen la trama de una manera especial.

Los que pinen que es una película superficial, quizás no se equivoquen, pero en esa superficialidad Coppola construyo una película inolvidable, encantadora y dulce como un pastel.



1 comentario:

Anónimo dijo...

buscaré esa película.
Hiciste que vaya mañana por ella.
saludos Angel T.
KArina Fuentes
=)